Si te dedicas al cuidado, seguramente ya has acompañado procesos profundos. Quizás incluso has estado junto a alguien en sus últimos días y has sentido que faltaba algo: más presencia, más humanidad, más sentido.
Entonces te preguntas:
¿Y si formarme como Death Doula fuera el siguiente paso en mi camino profesional?
Y también:
¿Podría hacerlo sin dejar mi trabajo actual como enfermera, terapeuta o cuidadora?
La respuesta es sí. Y aquí te explicamos por qué.
Una formación que complementa tu labor de cuidado
Ser Death Doula no es una profesión exclusiva: es una forma de acompañar. Una manera de estar presente con consciencia, compasión y respeto en el proceso de morir.
Esta formación no busca reemplazar tu rol actual, sino potenciarlo.
Si ya trabajas con personas vulnerables —ya sea desde lo clínico, lo emocional o lo cotidiano— entonces ya estás en el camino. Lo que hace la formación como Death Doula es ayudarte a mirar con más profundidad, sostener con más humanidad, y comprender lo que no siempre se dice con palabras.
¿Qué aporta la visión de Death Doula a tu práctica profesional?
Como enfermera: presencia compasiva más allá del protocolo
La Death Doula no cura, pero cuida el alma. Esta mirada te permite conectar con el paciente más allá de lo técnico, reconocer sus miedos, sus silencios y sus despedidas con una escucha profunda.
Como terapeuta: sostener sin intentar cambiar
Desde la terapia muchas veces buscamos comprender, intervenir, elaborar. Pero en el proceso de morir, el mayor regalo es estar sin juicio ni intención de “resolver”. La formación te entrena en la presencia desde el corazón.
Como cuidadora: poner el alma en las tareas
Cambiar pañales, dar de comer o sentarse al lado sin decir nada. Todo eso puede convertirse en acto sagrado si se hace con plena conciencia. Una Death Doula ve la dignidad en lo cotidiano.
¿Qué dicen quienes ya se han formado?
“Soy enfermera desde hace 18 años. Este curso me devolvió el sentido de por qué empecé.”
— Laura, Madrid
“Yo ya acompañaba… pero ahora puedo estar sin miedo. La formación me dio herramientas, pero sobre todo, profundidad.”
— Paco, terapeuta
“Cuidé de mi madre sin saber que existía esto. Hacer el curso fue mi forma de honrarla.”
— Lourdes, cuidadora familiar
Los testimonios de quienes ya han hecho esta formación muestran que no necesitas dejar nada para sumar esta mirada.
¿Cómo está organizada la formación?
El curso de formación como Death Doula de Seremos Mariposas está diseñado para acomodarse a tu ritmo de vida, no para exigirte más carga.
Modalidad online y flexible
Puedes formarte desde casa, sin horarios fijos. Avanzas a tu ritmo, según tus posibilidades.
Acompañamiento humano
No estarás sola. Tendrás una comunidad con la que compartir experiencias, dudas, y también silencios.
Acceso vitalicio
Los contenidos estarán disponibles para ti siempre. Puedes revisarlos cuando lo necesites, incluso años después.
No necesitas cambiar de trabajo, solo ampliar tu forma de mirar
Esta formación es una invitación a mirar tu práctica profesional desde otro lugar: más humano, más consciente, más profundo.
Acompañar el proceso de morir no es solo un saber técnico: es un arte, una presencia, una forma de amor.
“Acompañar desde el alma no es una técnica, es una decisión de entrega.”
Y eso, ya vive en ti.
Sí. El curso es online, flexible y sin horarios fijos. Puedes adaptarlo a tu ritmo.
No. Esta formación complementa tu labor como enfermera, terapeuta o cuidadora.
Presencia, escucha profunda, acompañamiento emocional y espiritual, comunicación compasiva y prácticas de autocuidado.
Si acompañas el dolor, el final de la vida o los procesos de pérdida, y quieres hacerlo con más sentido y humanidad, entonces sí: este camino es para ti.
Sí. Una Death Doula está formada para acompañar tanto el mundo emocional como el espiritual, desde la humildad, la escucha y la compasión.
El acompañamiento espiritual a veces no necesita palabras. Basta con estar, escuchar, ofrecer una presencia segura y compasiva.